The Spinto Band “Nice and Nicely Done”
Bar/None Records (2005)
Bar/None Records (2005)
Este disco esta pronto a cumplir dos años desde su salida en el 2005, acá en Sudamérica no muchos pusieron atención a esta banda que nos entregó un trabajo sólido, un pop fresco y adictivo. Melodías despreocupadas y llenas de vitalidad. Su manera de hacer música e interpretarla muchas veces nos remite a Stephen Malkmus (ex Pavement) o al mismo Rivers Cuomo de Weezer. Todas comparaciones necesarias a la hora de analizar un disco hecho por integrantes sub 25, influenciados profundamente por la corriente americana independiente que se formó a finales de los 90.
Según cuenta la leyenda estos jóvenes juran haber grabado más de cinco discos previos a “Nice and Nicely Done”, sin embargo ninguno de ellos fue publicado. En aquellos tiempos apenas sabían tocar bien los instrumentos y era más bien una perfecta forma de desahogarse frente a la rutina de su pueblo natal (Willmington – Delaware).
El tiempo les dio la razón y finalmente entraron a grabar lo que sería para todos nosotros su disco debut, de impecable ejecución e interpretación, siempre detallistas a la hora de aplicar arreglos, no tienen vergüenza en abusar de los sintetizadotes, bases programadas, ritmos bailables y piezas realmente nostálgicas como “Oh, mandy”.
Un disco que se mastica como goma de mascar, cada vez que sacamos una nueva el sabor sigue siendo de lo más dulce.
Según cuenta la leyenda estos jóvenes juran haber grabado más de cinco discos previos a “Nice and Nicely Done”, sin embargo ninguno de ellos fue publicado. En aquellos tiempos apenas sabían tocar bien los instrumentos y era más bien una perfecta forma de desahogarse frente a la rutina de su pueblo natal (Willmington – Delaware).
El tiempo les dio la razón y finalmente entraron a grabar lo que sería para todos nosotros su disco debut, de impecable ejecución e interpretación, siempre detallistas a la hora de aplicar arreglos, no tienen vergüenza en abusar de los sintetizadotes, bases programadas, ritmos bailables y piezas realmente nostálgicas como “Oh, mandy”.
Un disco que se mastica como goma de mascar, cada vez que sacamos una nueva el sabor sigue siendo de lo más dulce.