jueves, 21 de junio de 2007

Electrelane "No shout No calls"


Electrelane “No shout, No calls”
Too pure/Beggars (2007)

“Electrelane” esta formado por cuatro mujeres (Verity Susman, Emma Gaze, Mia Clarke y Ross Murria). Su nuevo disco titulado “No shout, No calls”, es una bella obra pop con tintes nostálgicos y sueños imposibles. Su disco envuelve a la primera escuchada, es poderoso y se deja querer. Los dos primeros cortes “The greater Times” y “To the east”, son unas verdaderas gemas pop, ideales para comenzar el disco. Luego nos encontramos con “After the Call”, una hipnótica canción que tras un aletargado comienzo da paso a unas afiladas guitarras que envuelven en su velocidad. El cuarto tema del disco me recuerda a Stereolab, por el protagonista sintetizador y las armonías vocales que acompañan a esta canción instrumental. El disco continúa y es el turno de “In berlin”, otra canción que evoca esa sensación hipnótica y aletargada. Más adelante “At sea”, vuelve con esa carga pop y voces melodiosas, sin dejar jamás de lado el sintetizador casi de iglesia. “Between de Wolf and the Dog” comienza como una canción rockerisima casi metal, cuando de un segundo a otro bajan las revoluciones, el bajo y guitarra comienzan a entrelazarse manteniendo un juego a contratiempo, es un tema muy influenciado por la escuela “Sonic Youth”. Y como en Electrelane es siempre oscuro o blanco, pasamos a “Saturday”, una preciosa canción con un piano vibrante que no podrás sacar de tu cabeza. “Five” es una canción instrumental que aporta más en crudeza de guitarras y batería, más homenajes a “Sonic Youth”. La penúltima canción del disco tiene la particularidad de incorporar un Ukelele, instrumento que le da un toque mucho más naif al tema. Para finalizar nos encontramos con “The lighthouse” canción que a mi gusto resume a pequeños trozos todo lo que presenta “Electrelane” a lo largo del disco, la mixtura de pianos predominantes y guitarras afiladas, con una batería que siempre intentó acelerar su causa. Un cierre instrumental que da para pensar, al finalizar el disco nos damos cuenta de que estamos frente a un disco redondo, con un sonido único.